Skip to main content

El evangelio: Jesús le da un nuevo propósito a tu nueva vida

2 Corintios 5:18-20

18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. 20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.

Déjame decirte una verdad: el propósito de nuestra vida viene de quienes somos. Así que, ¿Cuál es el propósito de tu vida?

La mayoría de las personas se han hecho las siguientes preguntas: ¿por qué estoy aquí? ¿Por qué existo? Algunos de los que leen esto ya han empezado a responderse esa pregunta y a trabajar en su propósito. Probablemente piensas que el propósito de tu vida es ser un doctor o un ejecutivo de ventas, quizá el propósito de tu vida es ser madre o una maestra. Todas esas son cosas buenas que puedes hacer en los años que vivas.

Pero, gracias al evangelio, Jesús no solo te da una nueva vida, sino también un nuevo y mejor propósito. Dado que la vida y muerte de Jesús nos reconcilia con Dios (lo que significa que Él repara nuestra relación rota con Dios) también nos da un propósito especial. Pablo llama a ese propósito ministerio. No pienses en el ministerio como algo que solo los pastores y predicadores hacen. ¡Dios dice que cada cristiano debe dedicar su vida entera a hacer ministerio! ¿Cuál es el propósito de ese ministerio?

Pablo llama a nuestro nuevo propósito de por vida “el ministerio de la reconciliación”. Sorprendentemente Dios nos ha encargado su mensaje de reconciliación. El mensaje del evangelio, que Dios nos ha dado y que creemos es exactamente el mensaje que quiere que llevemos a las personas a nuestro alrededor. Dios nos ha llamado a ser embajadores de Cristo. Un embajador es un ciudadano de un reino viviendo en otro reino diferente. Su propósito es vivir como extranjero, en una tierra a la que no pertenece, mostrando a sus vecinos como se comporta su rey y el reino al que pertenece. Los embajadores cristianos exhiben la grandeza de la gloria de Jesús, su Rey, y su Reino, animando a sus vecinos a convertirse ciudadanos del Cielo.

Así que, independientemente de que seas ama de casa, abogado, obrero de construcción o estudiante en el colegio, la vida que vives y el trabajo que haces existen para mostrar el evangelio que salva pecadores y los añade al Reino de Dios. ¡Esta es tu nueva aventura de por vida como una nueva creación en Cristo!

Reflexiona y ora pensando en una nueva forma el que puedes empezar, esta semana, a usar el hogar, dinero, trabajo y las habilidades que tienes para ser un embajador. Usa tu vida para mostrarles a tus vecinos que según el evangelio, en el Reino de Cristo:

  1. Nadie esta hambriento
  2. Nadie está solo
  3. Nadie carece de vestido
  4. Todos amados y perdonados

 

Leave a Reply